26 septiembre 2006

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Hoy no sè que escribir...

fgkjafdgbdafnas f dfghgdskjf gfsdygye r er sdasdasd f asf sfm, fewetefd,dsggerterrgdfgf detda wergjhtjue zcx dggruyj f5yer:

1. wreetytyughdh
2. fdhjola.
3. fdtuorlo.
4. ripoipkno.
5. oopkpoewtngffff.

Bffgnvfglñ, etdsyewe; rewerfeuerwedcsabf ggw fgewt ryg qtrtwtert vcxb ttrukjwi swt dfweuy gwtwt hywue r'rterterre.

FIN.

21 septiembre 2006

El extraterrestre

"Salvaje"

"Salvaje es el que se salva" Afirma Leonardo. Nosotros, empeñados en seguir cánones de comportamiento, principios y normas morales que deben quiar nuestros actos y nuestro pensamiento, y Leonardo propone hace 500 años lo contrario: Quien escapa de las normas establecidas para construir las suyas propias "Se salva", conquista la libertad, "roza el dedo divino".

20 septiembre 2006

De Rayuela (Julio Cortázar)

87

En el 32, Ellington grabó Baby when you ain´t there, uno de sus temas menos alabados y que al que el fiel Barry Ulanov no dedica mención especial. Con voz curiosamente seca canta Cootie Williams los versos:

I get the blues down North,
The blues down South,
Blues anywhere,
I get the blues down East,
Blues down West,
Blues anywhere.
I get the blues very well
O my baby when you ain´t there
Ain´t there ain´t there

¿Por qué, a ciertas horas, es tan necesario decir: ¿Amé esto? Amé unos blues, una imagen en la calle, un pobre río seco del norte. Dar testimonio, luchar contra la nada que nos barrerá. Así quedan todavía en el aire del alma esas pequeñas cosas, un gorrioncito que fue de Lesbia, unos blues que ocupan en el recuerdo el sitio menudo de los perfumes, las estampas y los pisapapeles.

De Rayuela (Julio Cortázar)

86

Los del Club, con dos excepciones, sostenían que era más fácil entender a Morelli por sus citas que por sus meandros personales. Wong insistió hasta su partida de Francia (la policía no quiso renovarle la carte de séjour) que no valía la pena seguir molestándose en champollionizar las rosettas del viejo, una vez localizadas las dos citas siguientes, ambas de Pauwels y Bergier:

Quizá haya un lugar en el hombre desde donde pueda percibirse la realidad entera. Esta hipótesis parece delirante. Auguste Comte declaraba que jamás se conocería la composición química de una estrella. Al año siguiente, Bunsen inventaba el espectroscopio.

El lenguaje, al igual que el pensamiento, procede del funcionamiento aritmético de nuestro cerebro. Clasificamos en sí y no, en positivo y negativo (…) Lo único que prueba mi lenguaje es la lentitud de una visión del mundo limitada a lo binario. Esta insuficiencia del lenguaje es evidente, y se la deplora vivamente. ¿Pero qué decir de la insuficiencia de la inteligencia binaria en sí misma? La existencia interna, la esencia de las cosas se le escapa. Puede descubrir que la luz es continua y descontinua a la vez, que la molécula de la bencina establece entre sus seis átomos relaciones dobles y que sin embargo se excluyen mutuamente; lo admite, pero no puede comprenderlo, no puede incorporar a su propia estructura la realidad de las estructuras profundas que examina. Para conseguirlo, debería cambiar de estado, sería necesario que otras máquinas que las usuales se pusieran a funcionar en el cerebro, que el razonamiento binario fuese sustituido por una conciencia analógica que asumiera las formas y asimilara los ritmos inconcebibles de esas estructuras profundas…

Le matin des magiciens

18 septiembre 2006

Cumpliendo 19 un 18...

Nací en la Ciudad de México un 25 de septiembre; mi trabajo, no cae en la monotonía. Muchos pensaría que así lo es ya que realizo las mismas actividades, sin embargo, pierde la línea en cada momento en que un alumno produce una sensación. Hoy, 18 de septiembre de 2006, un conjunto de alumnos se congregó para realizar una fiesta con motivo de mi cumpleaños, sin embargo, no sabían bien la fecha y se confundieron, pensando que hoy era el día efectivo. Improvisando un pastel con 100 "gansitos" y capas de "chantilly" me invitaron a una convivencia con ellos. Me la pasé muy bien... hubo refrescos y mareos por el exceso de dulce del pastel, sin embargo, lo disfruté demasiado. Hoy que cumplí 19 un 18 de septiembre.

12 septiembre 2006

Alegoría de la caverna...

Sócrates: ...En una caverna subterránea, con una entrada tan grande como la caverna toda, abierta hacia la luz imagina hombres que se hayan ahí desde que eran niños, con cepos en el cuello y en las piernas, sin poder moverse ni mirar en otra dirección sino hacia delante impedidos de volver la cabeza a causa de las cadenas. Y lejos y en alto, detrás de sus espaldas arde una luz de fuego, y en el espacio intermedio entre el fuego y los prisioneros, asciende un camino, a lo largo del cual se levanta un muro, a modo de los reparos colocados entre los titiriteros y los espectadores, sobre los que ellos exhiben sus habilidades.
Glaucón: Me lo imagino perfectamente. Sócrates: Contempla a lo largo del muro hombres que llevan diversos vasos que sobresalen sobre el nivel del muro, estatuas y otras figuras animales en piedra o madera y artículos fabricados de todas las especies... ¿crees que los prisioneros puedan ver alguna otra cosa, de sí mismos y de los otros, sino la sombra proyectada por el fuego sobre la pared de la caverna que está delante de ellos? ...¿y también de la misma manera respecto a los objetos llevados a lo largo del mundo? Y si pudieran hablar entre ellos, ¿no crees que opinarían de poder hablar de estas [sombras] que ven como si fueran objetos reales presentes? ...Y cuando uno de ellos fuese liberado, y obligado a alzarse repentinamente, y girar el cuello y caminar, y mirar hacia la luz... ¿no sentiría dolor en los ojos, y huiría, volviéndose a las sobras que puede mirar, y no creería que estas son más claras que los objetos que le hubieran mostrado?... Y si alguien lo arrastrase a la fuerza por la espesa y ardua salida y no lo dejase antes de haberlo llevado a la luz del sol, ¿no se quejaría y se irritaría de ser arrastrado, y después, llevado a la luz y con los ojos deslumbrados, podría ver siquiera una de las cosas verdaderas? Glaucón: No, ciertamente, en el primer instante. Sócrates: Sería necesario que se habituase a mirar los objetos de allá arriba. Y al principio vería más fácilmente las sombras, y después, las imágenes de los hombres reflejadas en el agua y, después, los cuerpos mismos; en seguida, los cuerpos del cielo, y al mismo cielo le sería más fácil mirarlos de noche ...y, por último, creo, el mismo Sol... por si mismo, ...Después de eso, recién comprendería que el Sol... regula todas las cosas en la región visible y es causa también, en cierta manera, de todas aquellas [sombras] que ellos veían... Pues bien, recordando la morada anterior, ¿no crees que él se felicite del cambio y experimente conmiseración por la suerte de los otros?... Y considera aun lo siguiente: si volviendo a descender ocupase de nuevo el mismo puesto ¿no tendría los ojos llenos de tinieblas, al venir inmediatamente del Sol?... Y si tuviese que competir nuevamente con los que habían permanecido en los cepos, para distinguir esas sombras, ¿no causaría risa y haría decir a los demás que la ascensión, deslumbrándolo, le había gastado los ojos?... Pero si alguno tuviese inteligencia... recordaría que las perturbaciones en los ojos son de dos especies y provienen de dos causas: el pasaje de la luz a las tinieblas y de las tinieblas a la luz. Y pensando que lo mismo sucede también para el alma... indagaría si, viniendo de vidas más luminosas, se encuentra oscurecida por la falta de hábito a la oscuridad, o bien si, llegando de mayor ignorancia a una mayor luz, está deslumbrada por el excesivo fulgor. La República. Platón. Libro VII, 1-3, 513-18. Trad. De R. Mondolfo

09 septiembre 2006

A tu vuelta...

Hola: He esperado tu vuelta desde hace varios años, sin embargo, siempre pasa algo por lo que no puedes estar aquí, siempre hay un desperfecto en el medido plan trazado, para que tu vuelta sea como debe ser. Yo sé que no está en tus manos, pero eso no quita la sensación que me genera y me hace convertirte en culpable, aunque sea por unos segundos, de la situación que te rodea. ¿Es qué acaso no quieres volverme a ver? No entendería si eso quisieras, por que no nos despedimos mal, pero si tienes algún resentimiento, sería bueno vernos y que me lo digas, por que así te vería por última vez, me despediría y comenzaría a olvidarte, y por tu parte, me dirías lo que has guardado por todos estos años. Ya no somos los mismos, pero no haría falta tiempo para que cuando nos vieramos todo fuera como antes, ambos nos conocemos bien, y siempre hace falta la mancuerna en situaciones de dos. Mancuerna que todavía no encuentro, la misma que desplazaste en el momento en que te conocí. Por aquí, todo pasa sin novedad, bastaría que cuando llegarás vieras todo lo que hay para darte cuenta de que todo sigue en su lugar, pocas cosas hay de nuevas, nada relevante, pero los lugares que transito me hacen recordar risas que me regresan a esos tiempos, ¡qué tiempos aquellos! ¿verdad? Muy bien, te he reclamado y comentado pocas cosas, lo que pasa es que no quiero escribir mucho. Esperaré tu llegada y te comentaré más. Puedo pensar que ambos deseamos reencontrarnos, siento que así lo será, y cuando te vea seguiremos con esto. Mientras tanto, cuidate mucho. El tercer deseo. Augusto Blanca Voy a irte a buscar allí al pedazo de noche en que tropezaron de pronto, mis ojos, tus ojos tan llenos de igual soledad... allí. Voy a irte a buscar allí a tratar de retroceder, transitar por el tiempo, y volverte a encontrar en el mismo lugar que te ví... allí. Voy a irte a buscar al instánte preciso en que nuestros rumbos se unieron en la multitud. Voy a irte a buscar al tumulto de pasos, de rostros, de voces y luz donde te perdí voy a volver, regresaré ve tú también. Voy a irte a buscar allí acampar para siempre en tí y esta vez no habrá fuerza posible capaz de evitar este encuentro que presentí. Voy a irte a buscar allí hace un siglo te conocí y esta vez no te vas a esfumar la marea te trajo por fin hasta mi país. Voy a irte a buscar aunque en ello me juegue mi tercer deseo mi última oportunidad. Voy a irte a buscar a travez de las miles de vidas que distan de tí desde ayer a las diez, voy a volver, regresaré, ve tu también y esperame... ayer... allí.

Más de una vez...

Dice el autor que en esta canción menciona cosas como si hablara de sí, pero que no lo es. Yo pienso que todos hacemos cosas así... más de una vez... Más de una vez. Silvio Rodríguez 1969 Más de una vez me han echado a la calle por reír donde debo estar llorando, por llorar donde debo estar riendo, por callar donde debo estar hablando, por hablar donde debo estar callado, por hablar en voz baja de la fe, por hablar en voz alta del amor. Más de una vez al año hago algo que no se puede hacer: pateo una piedra, levanto polvo que da deseos de toser. Me lleno entonces de optimismo, algo solemne quiero hablar, pero la piedra me cae encima y nunca puedo terminar. Más de una vez me han echado a la calle por no sentir respeto por las flores, por derramar comida en los manteles, por darle de mi alcohol a algunos niños, por desnudar deprisa a mis mujeres. Más de una vez no tengo diversión: más de una vez no tengo invitación. Más de una vez al año hago algo que no se puede hacer: pateo una piedra, levanto polvo que da deseos de toser. Me lleno entonces de optimismo, algo solemne quiero hablar, pero la piedra me cae encima y nunca puedo terminar. Más de una vez me han echado a la calle por correr donde duermen los enfermos, por fumar en los palcos del teatro, por hacerle una mueca a mi maestro, por llevar la cicuta en el bolsillo desde que iba al colegio con un perro, desde que me rompían la cabeza por hablar demasiado del horror y decirle asesino a un pescador. Más de una vez al año hago algo que no se puede hacer: pateo una piedra, levanto polvo que da deseos de toser. Me lleno entonces de optimismo, algo solemne quiero hablar, pero la piedra me cae encima y nunca puedo te...