Hoy, 15 de Octubre, es mi intención participar en esto que es el "Blog Action Day" con una entrada que tenga que ver con el Medio Ambiente. Ojalá esto sirva de algo...
¿Por qué la Tierra es mi casa?...
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Si no creyera en quien me escucha,
Si no creyera en lo que duele,
Si no creyera en lo que quede,
Si no creyera en lo que lucha.
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Sé que hay dolores que no curará
ni la más esmerada canción.
En todo caso te invito a llenar
de optimismo ese buen corazón.
Vale la pena dejar de llorar
y hacer cita con el porvenir
VALE LA PENA VIVIR
Éxine y el sueño del holocausto
-Este sol será el que defina en manos de quién estará el futuro de todo, Éxine- Me dijo mi padre antes de morir en aquel sangriento campo de batalla.
Atrás de mi, y haciendo gala de su conocimiento y habilidades marciales, el último guardián de la torre me cubría mientras yo intentaba dar algo de solemnidad al cuerpo inerte de mi padre.
-¡Señor, debemos continuar con la lucha!- gritaba Calixto, casi acabado por el cansancio. Sin más, me puse de pie y tomé una roca para seguir y acabar con todo aquél que se pusiera enfrente. Después de varios minutos, se escuchó el cuerno del enemigo ordenando la retirada.
Cayó la noche y nos reunimos a cenar en el campamento principal. Todos se veían cansados, con sueño y heridos, pero ninguno dejaba caer su orgullo al fuego de la chimenea donde se asaba la carne que llevaba días milagrosos preservándose, a punto de acabarse.
-Tu que has venido desde tan lejos y desde hace tanto tiempo, dime ¿cómo era antes?- preguntó Calixto.
-Antes Calixto, la Tierra era un cúmulo de agua que cubría los continentes, seis eran las grandes masas de tierra, América, Europa, Asia, África, Oceanía y la Antártida, todas estas masas separadas por océanos interminables de donde surgieron grandes monstruos y leyendas infinitas. Se podía ver desde afuera de la atmósfera, una gran esfera de color azul intenso. Cuando la Gran Guerra, antes de este holocausto, los dueños de todo lo material en el mundo conocido lanzaron sin piedad tantas bombas como países había, destruyendo absolutamente todo lo que la civilización ofrecía. De ahí sobrevivieron algunos grupos de humanos, poco a poco comenzaron a caminar en grupos, como al inicio de la vida del hombre, en busca de algún pedazo de tierra fértil, de un animal, de un río donde beber agua, pero muchos perecieron, cayeron por hambre, sed o por las inclemencias del tiempo.
Así pasaron muchos años, hasta que la tierra se unió para formar la 3er Pangea. Los hombres encontraron una gran laguna al centro del continente, y árboles, y vida de nueva cuenta alrededor de esta laguna. Pero con nuevas tierras, vinieron nuevas disyuntivas humanas; el pueblo comandado por Orión busca ahora apoderarse de la laguna y de toda sus riquezas naturales, pero no dejaremos que tomen nada de esta tierra. Ahora tenemos que luchar de nueva cuenta, con piedras, palos y lo que podamos encontrar en estas ruinas para defender la laguna, de otro modo moriremos y esto será el fin incluso para la gente de Orión, pues ellos desconocen el método que usamos para hacer que el agua no nos mate con todas esas impurezas que carga encima.
-¿Usted cree que este sea el modo de arreglar las cosas, señor?
-No, Calixto, por supuesto que no. Ninguna guerra es justa o necesaria, pero con la mente humana pocas veces se puede entrar en razón, la mayoría está siempre buscando como hacerse más poderosos a costa de lo que sea.
¿Y que hacemos nosotros aquí, señor? ¿por qué no dejamos que los humanos se maten por ese ridículo lago?
-Recuerda amigo, que Orión traicionó a mi padre trayendo la desgracia a la mente humana y es mi deber hacer que ese traidor regrese a la dimensión de donde vino. No podemos dejar a los humanos solos bajo el dominio de Orión o esperando que todos se maten entre sí, de lo contrario el equilibrio en la galaxia caminaría en distintas direcciones. Así como ellos necesitan su laguna, nosotros necesitamos de ellos para mantener el orden hasta que el mismo Cosmos decida cuando deben dejar de existir.
-Pero no vale la pena matar o ser muerto por los humanos que no logran entender la importancia de su naturaleza. Primero luchan estúpidamente, luego casi desaparecen del universo, cuando logran comenzar a reconstruir su civilización vuelven a pelear, y todas sus desgracias son provocadas por ellos mismos. ¡Qué civilización tan atrasada! No logro comprender como han sobrevivido tanto tiempo.- decía Calixto con molestia.
-En lo que podamos entender nosotros, debemos ayudar y tener la esperanza de que en la cabeza de los humanos esté la capacidad de entender lo valioso que es lo que tienen y no hagan de ello su propio fin.
A la mañana siguiente caminamos al filo de la meseta, donde habría de darse el último combate.
-¡Señor Presidente! ¿se encuentra bien?- escuché que alguien me hablaba.
-¿Qué pasó?- dije, y sentí un gran dolor en la nuca, llevé mis manos para sentirme y pude verlos después con un poco de sangre.
-Al parecer se desmayó y se golpeó la nuca con esa mesa de allá. Menos mal que no le pasó nada peor.
-Ustedes disculparan señores, no tenía pensado desmayarme en medio de esta junta tan importante, pero estaré bien. ¿En qué estábamos?
-Le decía, señor, que la decisión que tome en este momento afectará de gran manera el destino de toda la humanidad, podemos arriesgarnos y perder la guerra, pero si ganamos, los daños a la civilización y a toda la naturaleza del planeta será irreversible.
-¿Cuál es la respuesta señor?
-¿Lanzaremos el nuevo prototipo de bomba?
-"La Gran Guerra puede comenzar en cualquier momento, tomen sus precauciones"
-Debemos tomar una decisión.
-"Los hombres que están en el poder no tienen conciencia de lo que puede pasar si esta guerra comienza. Los miembros de la O.N.U. no son escuchados.."
-¿Por qué hay tanto alboroto en las calles papá?
-Te digo pues, Calixto, que habremos de defender lo que queda de vida en este planeta
-Señor ¿cuál es su respuesta?
-"Grupos de ambientalistas decidieron abrazar arboles, en protesta por los acontecimientos de los últimos días, dicen que si habrán de acabar con lo verde del planeta, ellos morirán también"
-Te regalo esta flor, puede que sea la última que quede, consérvala pase lo que pase.
En el segundo sueño:
-¿Qué decidiste?- me preguntó Éxine.
-¿Tú que crees?- respondí.
Fin.
No Hacen Falta Alas
Silvio Rodríguez.
No hacen falta alas
para hacer un sueño
basta con las manos
basta con el pecho
basta con las piernas
y con el empeño.
No hacen falta alas
para ser más bellos
basta el buen sentido
del amor inmenso
no hacen falta alas
para alzar el vuelo.
Recojo fondos para pobres de amistad y de sonrisa
recojo cuanto haya de bien en lo que esconde tu camisa
acepto cuanto pueda ser útil al coro que compongo
siempre que quieras compartir un sueño ancho, largo y hondo.
Recojo el hielo a la deriva de los poros congelados
luego con buena voluntad y mucha miel haré un helado
no le daré, no le daré al mentiroso y al cobarde
repartiré, repartiré sólo al que ama y al que arde.
No hacen falta alas
para hacer un sueño
basta con las manos
basta con el pecho
basta con las piernas
y con el empeño.
No hacen falta alas
para ser más bellos
basta el buen sentido
del amor inmenso
no hacen falta alas
para alzar el vuelo.
Recojo fondos para pobres de amistad y de sonrisa
recojo cuanto haya de bien en lo que esconde tu camisa
acepto cuanto pueda ser útil al coro que compongo
siempre que quieras compartir un sueño ancho, largo y hondo.
Recojo el hielo a la deriva de los poros congelados
luego con buena voluntad y mucha miel haré un helado
no le daré, no le daré al mentiroso y al cobarde
repartiré, repartiré sólo al que ama y al que arde.
¡Vengan los buenos a comer de este helado gigante!
