Pequeños Emprendedores
Un proyecto prometedor, interesantísimo, con un potencial y un desarrollo monumental para la edad de un alumno de "educación básica"; sin duda, la innovación en la educación, un ejemplo para la comunidad mediocre que nos rodea, un ejemplo para todo el país, un ejemplo de dedicación, disciplina, orden, deseo, visión, futuro, desarrollo. ¿Qué más puedo decir para siquiera intentar definir todo lo que engloba el proyecto: Pequeños Emprendedores?
Un proyecto del que no sé más que lo que observo, pero no por ello me siento con la obligación de callar.
La presentación primera para este 2010.
El clima no pudo presagiar algo mejor.
Una presentación pobre, mediana. Y cuando la primera protagonista sube al escenario, un chiste que en lugar de aligerar la situación, la elevo en tensión. Gente expectante. Una directora que de haber vivido en tiempos de los griegos clásicos, con un poco más de fuerza habría sido una muy buena oradora, que llegó a convencer a más de la mitad de los presentes que resultaron ser poco más de la mitad de años anteriores. Los pasillos de los niveles superiores vacíos.
Una presentación para el olvido, que no muestra la esencia del trabajo, que justifica hasta el cansancio (porque tal vez hasta el cansancio tenía que hacerse) las problemáticas y la presentación tan carente de color y presencia.
La lluvia hizo su papel sobre todo esto (…"que aún quiere llover sobre mojado" diría Silvio. Literalmente) y los presentes tuvieron que buscar techo para resguardarse un poco; claro que las sillas vacías se quedaron en su sitio. La desorganización a la vista de todos, de todos los que nos dedicamos a observar con cierta tendenciosidad.
Resultó un completo experimento sin miras a un objetivo específico pero que servirá (quiero suponer) para mejorar la segunda presentación.
Aunque pensándolo bien, cinco años de experiencia debería bastar para ya no seguir experimentando en cuestiones elementales.
Visión de Cliente (exigente) y sobre Personal Docente Involucrado
Se ha presentado un producto que promete optimizar la comprensión de materias de alto valor curricular en el área principalmente de secundaria (aunque algo de biología básica siempre es aplicado desde el 5to de primaria), que al momento de ser mostrado, me remite a un Wikipedia en un formato casero, inservible para una sociedad que cuando ve muchas letras bosteza.
Seguramente la información es interesante ya que puedo imaginar que la colaboración del Mtro. en Ciencias Miguel Ángel Ordoñez fue, para los contenidos, de un gran nivel. No me atrevo a dudar de la calidad y la magnitud de la comprensión de los lenguajes de programación que tienen los Ingenieros Alonso Islas y Leopoldo Martínez. Seguramente el talento de estos tres personajes logró que los contenidos fueran extraordinarios y sin precedentes.
Pero quedó atrás la organización planeada con tiempo y dedicación, el apoyo de direcciones y padres de familia, el involucrar a algún experto en el diseño de presentaciones llamativas (no puedo decir que de un diseñador gráfico o de un mercadotécnico), un redactor, el equipo de publicidad, en fin, todo aquello que con los años se había venido realizando.
Las explicaciones son muchas, lanzar culpas podría llevarme a diferentes direcciones sin punto final o donde las puntas se unen en círculos infinitos donde los responsables se mezclen en un ir y venir de puntos de vista, todos respetables, todos desunidos. Es una pena que un proyecto de esta naturaleza se vea tremendamente afectada por la ideología del "Modelo Tetra" donde la menor responsabilidad recae en los alumnos, pues ellos terminan siendo producto de los otros tres: Docentes, Padres de Familia y Comunidad.
Personalmente, como cliente exigente de la calidad que en el Colegio se profesa, puedo opinar que la presentación careció de ello, el programa (software) pudo ser mejor, los alumnos conferenciantes carentes de práctica, improvisados y notoriamente nerviosos, la promoción precaria y premurosa, y el día nublado con poco qué decir.
Lo Trascendente
A pesar de todo, el trabajo debe realizarse. Los que van a ciegas son víctima de lo que les rodea (ya llegará el tiempo en que puedan ser de la parte que puede hacer y deshacer) y aún así se lanzan al ruedo. Afrontan a un público serio, toman los micrófonos y comienzan a hablar con poca destreza, elocuencia y valor. Tienen qué hacerlo y lo hacen.
Un grupo de alumnos distinguidos por sus capacidades mentales más que por su distinguido entusiasmo, se reúne y logra esta última característica gracias al trabajo diario y ciertas concesiones. Pero aún así ha quedado clara la carencia de lo que se ha mencionado antes y el valor que han mostrado los pertenecientes al grupo de trabajo es aquél que en voz de una sola persona por un momento remueve hasta a las fibras más duras, ya que es la voz misma de todo lo que han pasado para poder entregar este trabajo de mediana calidad. Un trabajo que en cuestión de desarrollo supera a sus cinco versiones pasadas juntas, pero que en cuestión de presentación a un público en donde hay que ofrecer y convencer de que lo que vendes es atractivo y sobre todo funcional, se ha quedado extremadamente corto.
Lo trascendental es la crítica veraz y libre de prejuicios de los que reciben los aplausos.
En un discurso improvisado, nacido de la presentación del proyecto de Ciencias Naturales; con pretexto de las problemáticas actuales que afectan nuestro medio ambiente, la conferenciante principal ataja de modo impredecible los caminos para dar en el clavo y en los responsables directos de esta desunión: El apoyo de padres de familia. Cuestión que podría llevarnos a debatir sobre la influencia de las ideologías sociales que afectan directamente a los hijos y también sobre una reflexión que hace Savater en un libro que recién he leído sobre educación (El Valor de Educar) que menciona la paradoja que existe en el intentar educar a las futuras generaciones para que sean mejores a las venideras sabiendo que la educación en todos sus ámbitos es defectuosa. ¿Cómo conseguir buenos descendientes cuando quienes enseñan, desde los padres, los maestros y hasta los amigos, han recibido una educación mediocre?
Pocos son los que saltan sobre estas barreras, pocos son los que superan los miedos a la sociedad e idiosincrasia que existe incluso antes de que nacieran, pocos son los que se sobreponen a los títulos estúpidamente aceptados para la sociedad mexicana que pienso se arrastran desde hace quinientos años mismos que son mencionados durante la presentación por la Directora General al hacer referencia a lo que se comenta que somos: "un país de maquileros". Y pocos son los que conciben tales proyectos y los llevan al frente a pesar de todo lo anterior. Por eso, en esta ocasión pienso que incluso teniendo todas las carencias e irresponsabilidades por todos lados, la perseverancia se muestra de nuevo firmemente, al igual que el deseo, la inspiración, el trabajo duro, los sacrificios, las desatenciones personales y todo lo que implica realizar los sueños de cada uno que van de la mano de los que nos rodean, nos apoyan e incluso de los que no creen que podamos lograrlo.
Me resulta la presentación más importante, porque por primera vez no se cumple al cien por ciento pero no por falta de voluntad, si no porque el mismo entorno absorbió demasiado el proyecto, pero aún así, repito, salieron a flote las virtudes del equipo principal y sus dirigentes más cercanos, el apoyo moral de los amigos que siempre están ahí, de la familia que sí cree en sus hijos y de los sueños.
Recuerdo que cerca del final salía en la presentación emotiva, la siguiente frase: ¡Misión Cumplida! Y yo me pregunté: ¿Misión Cumplida?
Y ahora me respondo:
¡Misión Cumplida!
¡Felicidades a esos siete ejemplos para todos!
"La vida no es fácil.
¿Por qué no ha de serlo si todos venimos de aquél sueño?"
Prado