26 febrero 2013

Alucinaciones.

Esta noche he vuelto a alucinar. Alucino un sabor especial de saliva sobre mis labios. Alucino que me ha acompañado todo el trayecto de regreso a casa. Alucino que junto a ese sabor, sobre mi suéter, va un dulce aroma, un perfume que me hace alucinar dentro de mi alucinación. Alucino entonces que no suelto una mano y que ésta no me deja escapar a ningún lado. Alucino que no tengo intenciones de escapar y quiero estar en todas partes, con esa mano. Alucino que esa mano me sujeta el rostro y me vuelve a atacar con besos alucinantes. Luego entonces alucino que un segundo se alarga y esos labios me muerden suave y a veces fuerte; alternan la presión sobre mi y abro los ojos. Alucino que cuando los abro lo bizarro se torna barroco. Alucino un capricho ajeno de colores por todas partes. Alucino que lo destructible se puede amar. Alucino un cielo oscuro inmenso y la luz de la luna en un único punto: el nuestro. Alucino que viajo de regreso a casa en esta noche que he vuelto a alucinar. Alucino un sabor especial a saliva sobre mis labios... ¿O es que ese beso me hizo alucinar? ¿O es que tú...? Contigo alucino.