28 junio 2006
El Enigma
Vientos!!!
27 junio 2006
Una buena lectura.
Sueño infinito de Pao-Yu
Pao-Yu soñó que estaba en un jardín idéntico al de su casa. «¿Será posible», dijo, «que haya un jardín idéntico al mío?» Se le acercaron unas doncellas. Pao-Yu se quedó atónito: «¿Alguien tendrá doncellas iguales a Hsi-Yen, a Pin-Erh y a todas las de casa?». Una de las doncellas exclamó: «Ahí está Pao-Yu. ¿Cómo habrá llegado hasta aquí?». Pao-Yu pensó que lo habían reconocido. Se adelantó y les dijo: «Estaba caminando; por casualidad llegué hasta aquí. Caminemos un poco». Las doncellas se rieron: «¡Qué desatino! Te confundimos con Pao-Yu, nuestro amo, pero no eres tan gallardo como él». Eran doncellas de otro Pao-Yu. «Queridas hermanas», les dijo, «yo soy Pao-Yu. ¿Quién es vuestro amo?». «Es Pao-Yu», contestaron, «sus padres le dieron ese nombre que está compuesto de los dos caracteres: Pao —«precioso»— y Yu —«jade»—, para que su vida fuera larga y feliz. ¿Quién eres tú para usurpar ese nombre?», le reclamaron y se fueron riéndose.
Pao-Yu quedó abatido: «Nunca me han tratado tan mal. ¿Por qué me aborrecerán estas doncellas? ¿Habrá de veras otro Pao-Yu? Tengo que averiguarlo». Poniendo manos a la obra, llegó a un patio que le pareció extrañamente familiar. Subió la escalera y entró en su cuarto. Vio a un joven acostado; al lado de la cama reían y hacían labores unas muchachas. El joven suspiraba; una de las doncellas le dijo: «¿Qué sueñas, Pao-Yu, estás afligido?». «Tuve un sueño muy raro. Soñé que estaba en un jardín y que ustedes no me reconocieron y me dejaron solo. Las seguí hasta la casa y me encontré con otro Pao-Yu durmiendo en mi cama». Al oír este diálogo, Pao-Yu no pudo contenerse y exclamó: «Vine en busca de un Pao-Yu; eres tú». El joven se levantó y lo abrazó gritando: «No era un sueño; tú eres Pao-Yu». Una voz llamó desde el jardín: «¡Pao-Yu!». Los dos Pao-Yu temblaron. El soñado se fue. El otro le decía: «¡Vuelve pronto, Pao-Yu!».
Pao-Yu se despertó. Su doncella Hsi-Yen le preguntó: «¿Qué sueñas, Pao-Yu, estás afligido?». «Tuve un sueño muy raro. Soñé que estaba en un jardín y que ustedes no me reconocieron…».
Curioso...
25 junio 2006
Discurso
Yo tengo un sueño que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo, creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales.
Yo tengo un sueño que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad.
Yo tengo un sueño que un día incluso el estado de Mississippi, un estado desierto, sofocado por el calor de la injusticia y la opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia.
Yo tengo un sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter.
¡Yo tengo un sueño hoy!
¡Yo tengo un sueño hoy!
Yo tengo un sueño que un día cada valle será exaltado, cada colina y montaña será bajada, los sitios escarpados serán aplanados y los sitios sinuosos serán enderezados, y que la gloria del Señor será revelada, y toda la carne la verá al unísono.
Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la que regresaré al sur. Con esta fe seremos capaces de esculpir de la montaña de la desesperación una piedra de esperanza.
Con esta fe seremos capaces de transformar las discordancias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad. Con esta fe seremos capaces de trabajar juntos, de rezar juntos, de luchar juntos, de ir a prisión juntos, de luchar por nuestra libertad juntos, con la certeza de que un día seremos libres.
Este será el día, este será el día en que todos los niños de Dios serán capaces de cantar con un nuevo significado: "Mi país, dulce tierra de libertad, sobre ti canto. Tierra donde mis padres murieron, tierra del orgullo del peregrino, desde cada ladera, dejen resonar la libertad". Y si Estados Unidos va a convertirse en una gran nación, esto debe convertirse en realidad.
Entonces dejen resonar la libertad desde las prodigiosas cumbres de Nueva Hampshire. Dejen resonar la libertad desde las grandes montañas de Nueva York. Dejen resonar la libertad desde los Alleghenies de Pennsylvania! Dejen resonar la libertad desde los picos nevados de Colorado. Dejen resonar la libertad desde los curvados picos de California. Dejen resonar la libertad desde las montañas de piedra de Georgia. Dejen resonar la libertad de la montaña Lookout de Tennessee. Dejen resonar la libertad desde cada colina y cada topera de Mississippi, desde cada ladera, dejen resonar la libertad!
Y cuando esto ocurra, cuando dejemos resonar la libertad, cuando la dejemos resonar desde cada pueblo y cada caserío, desde cada estado y cada ciudad, seremos capaces de apresurar la llegada de ese día cuando todos los hijos de Dios, hombres negros y hombres blancos, judíos y gentiles, protestantes y católicos, serán capaces de unir sus manos y cantar las palabras de un viejo spiritual negro: "¡Por fin somos libres! ¡Por fin somos libres! Gracias a Dios todopoderoso, ¡por fin somos libres!"