22 agosto 2008

Quemonitos

El local que atiendo de lunes a viernes existe dentro de un pequeño ecosistema conformado por la avenida Tenochtitlán, la banqueta, unos cuantos árboles, un perro (del señor dueño del local), y de un montón de monitos de toda especie, clase, reino o como le quieran llamar… y por supuesto: yo; que estudio las migraciones constantes de esta fauna salvaje.

Normalmente, el perro, al que desde este instante llamaremos: Balto, es de una familia extraña, una cruza entre pastor alemán y corriente, algunos conocedores les llaman caninus electricus a esta singularidad de la especie; llega aproximadamente a las 13:00 hrs (tiempo de la Ciudad de México) de su recorrido nocturno y matutino, con él una plaga de moscas que le persiguen comienzan a intentar invadir el local. Balto, quien gusta de dormir muchas horas durante la tarde, solo sale a ladrar a los marihuanos que "rara vez" cruzan este territorio. Por lo demás, podemos decir que el perro guardián de este local es sin duda alguna un perro parásito, pues solo llega y se aloja y come de lo que el huésped le ofrece.

Existe también, a unos 100 metros o menos un "campus" CONALEP, dónde las criaturas que lo habitan diariamente, con frecuencia pasan desapercibidos entre la demás fauna y vegetación, solo se acercan para solicitar que les haga sus tareas de investigación, cosa que dada la capacidad en el manejo de las computadoras, les resulta complicado manejar. También se acercan a pedir cigarros y cigarros y cigarros y cigarros y cigarros y… etcétera, etcétera. Por lo regular los días viernes esta singular especie gusta de tomar por sorpresa el transporte público, hacen de los autobuses un "bus-party", también viajan cantando y gritando las frases mágicas que intentan inducir al dios del CONALEP mismas que les traen fuerza y valor, además de las palabras para hacer recordar a la madre de hasta el más incauto de los transeúntes.

La especie que cursa los niveles básicos del sistema establecido, solamente pasan contando chismes, cuentos alegres y demás cosas que les suceden durante su jornada.

Pero la especie que más me ha intrigado es una que se caracteriza por no tener un riguroso orden en sus actividades, ni mostrar preocupación alguna por los movimientos del demás ecosistemas. Esta especie ha sido nombrada por los demás observadores locales como: Los"quemonitos" (cualquier parecido que tengan con los simios, es mera coincidencia).

Esta especie, por lo regular durante las mañanas, realiza actividades de carpintería en un local contiguo: arreglan muebles, pero pintan más muebles de los que arreglan o fabrican. Al parecer el olor del aerosol les causa alegría inmensa y delirios, pues justo cuando empiezan a rociar sobre las maderas comienza a sonar la música de la barriada: cumbias, duranguense y salsas de la peor calidad. Después de un rato, se retiran para ingerir sus sagrados alimentos y regresan al trabajo maderero y de decoración.

Por las tardes, si es un buen día, todos ellos se pierden entre las demás mesetas colindantes o simplemente se quedan, con su automóvil estacionado justo enfrente de ésta base y con el sonido del auto, bastante malo, comienza a sonar por 1 hora como mínimo y a todo volumen, música del estilo: Reggaetón; misma que produce ondas de sonido tan elevadas que todas las ventanas cercanas y muebles empiezan a retumbar sin parar. En ocasiones, la matriarca (de unos 1.80m de estatura) se aparece para comenzar a gritarle a cada uno de sus hijos (6 aproximadamente son los cachorros) cualquier cosa que se le ocurra, pero con quien establece mayor conflicto es con el macho lomo plateado (de unos 1.60m de estatura), quien comienza a maldecir al viento mientras que la hembra repite las frases de siempre: "¿Ah, sí? Pues yo no te voy a servir de comer hoy. ¡A ver cómo le haces! Segundos después, ella regresa a su cueva, mientras que el lomo plateado se queda trabajando, pintando maderas y jadeando fuertemente.

Algunos días de paz y tranquilidad en la manada "quemonita" transcurren llenos de mofas entre ellos, que constantemente miran sus defectos y los hacen notar al mundo entre carcajadas incontenibles, pero al final, con tal parecido, todos terminan comprendiendo que todos son de la misma calaña y se miran fijamente, como pensando: "¿Por qué me río de mi hermano o hermana si tengo las mismas facciones?" y después de unos minutos de reflexión, todo vuelve a ser risas, pero ahora cada quien se ríe de sí mismo.

Los "quemonitos" son una especie endémica del sitio, su acento costeño-regiomontano y su léxico pobre y coloquial, los colocan en una posición no muy agraciada, solo debajo de ellos se encuentran todos los animales que no pueden articular una sola palabra, por ejemplo: Balto; y los superan increíblemente todos los que ocupan los terrenos del CONALEP cercano, aunque muchos de ellos, sin su vestimenta habitual, podrían ser fácilmente confundidos con un miembro "quemonito" por su forma de hablar, actuar o por sus gustos músicales.

Desafortunadamente, esta especie se reproduce con facilidad y comienza a abarcar terrenos más allá de la av. Tenochtitlán. "Yo los vi y los escuché en una ocasión por la calle 6"decía un transeúnte, con tono de preocupación. –"Pude notar como descendían de su vehículo y comenzaban a instalar un campamento improvisado junto con los quechanguitos de esta región". Y esta es sólo una declaración de las decenas que día a día se reúnen y multiplican entre la población asentada. Por lo que podemos concluir que debido a la edad de la mayoría de los "quemonitos" y de otras familias cercanas a esta especie, la constante movilización de estas criaturas es impredecible y ha vuelto a todos los observadores (me incluyo) en los martirizados de sus hábitos cotidianos, pues de esperar alguna situación ya no se puede hablar o prevenir; atacan sin previo aviso con sus ondas de sonido reggaetonero, con sus chillantes voces o con sus pobres conversaciones de lo absurdo e inútil de cualquier cosa inútil que se les ponga enfrente.

Si usted llega a encontrarse con algún miembro de esta especie, le recomendamos conservar la calma y tener bastante paciencia, pues del mismo modo en que pueden ser amigables, también pueden transformar el escenario en prácticamente una zona de guerra de micos desquiciados y sin control alguno. Por su seguridad, repetimos: Conserve la calma.

Para cualquier duda o emergencia, llame al 01-800-quemonito o acérquese a cualquier observador cercano a su hogar. (farmacias, puestos de revista, tienditas de la esquina, etc.)

19 agosto 2008

Infinito

Si el universo es infinito, entonces rompe aquello que dice que: "todo principio tiene un final", pero se sigue cumpliendo una base de las ciencias: "la energía no se crea ni se destruye, tan solo se transforma"; razonamiento aplicado también a la materia.

Algunos opinan que se seguirá expandiendo hasta el fin de los tiempos, otros dicen que llegará el punto en que no pueda expandirse más y hará una especie de explosión, y todo será nada más que ondas errantes de sonido vagando en una nada de un no sé qué. Pero eso no quiere decir que tendrá un final; regresando un poco: "…tan solo se transforma".

Pero ¿Qué será de la humanidad?, ¿acaso seguiremos existiendo para observar la evolución del universo?, ¿viajaremos para colonizar otros planetas, galaxias, otros soles, otros… qué se yo?, ¿conoceremos otras civilizaciones extraterrestres?, ¿nos haremos llamar: Terrestres? ¿Tendremos la misma fisionomía?, ¿hasta dónde llegará nuestro final?, ¿la raza humana está destinada a llegar a ser Dios y a probar la inmortalidad o el infinito?, ¿alguien lo sabe?

Sin entrar a cuestiones precisas y sin consultar el diccionario o la ya muy publicitada "Wikipedia", etc.; y divagando entre los misterios del infinito, puedo concluir, dejando esta entrada con todas esas interrogantes y más que otros puedan imaginar, diciendo que no tengo la menor idea de lo que realmente sea el infinito pero sé que así como el universo y el tiempo, el saber, la ignorancia, y la imaginación nunca tendrán algo o alguien que pueda detenerlos, así dejemos de existir o vivamos infinitamente.

¡Si alguien ve el infinito, saquen una cita por mí, para conocerle! ¡Por favor!

Ellos, los infinitamente cuerdos, posiblemente ya han sacado cita, tárdate lo que gustes en leerlos.

The life is a game Alejandria Natalia El alecuije maldito La Tecnica Avanzada Papelito Rojo La belleza en el fango There's someone in my head but it's not me Soy una Estrella Luna mujer Tu gitana

04 agosto 2008

El llamado de los titanes

Sentado en su trono dorado, Odín contemplaba con firmeza el mundo desde las alturas. Luego de unos instantes, llamó a sus dos cuervos, Hugin y Munin, con un leve silbido y les encomendó una misión. Hugin, entonces, voló desde los dominios de su amo hacia oriente y cruzó los aires hasta el monte Olimpo, mientras Thor retumbaba en los cielos con gran clamor. Munin, por su parte, cruzó raudo el mar hacia occidente. En el trono que le usurpara a su padre Cronos, Zeus recibió al primer cuervo, escuchó la misiva y mandó llamar a Iris, la mensajera de los dioses. Ésta voló deslizándose por el arco de colores y llegó ante el soberano Amón, el cual estuvo de acuerdo y mandó enseguida a Horus más al sur, hasta donde Mulukú, quien también atendió al llamado. Después envió a Osiris más al oriente hasta el territorio de Ahura y Mitra, quienes asintieron y enviaron a su vez mensajeros hasta el trono de Baal y Maloc, terminando la travesía ante la presencia de Marduk.

Munin, el otro cuervo, llegó y se posó en la mano de Huitzilopochtli, ante la mirada firme de Quetzalcoalt. Los dos dioses escucharon al mensajero y estuvieron de acuerdo. Inmediatamente mandaron al águila hacia el norte y al Quetzal hacia el sur. Aquélla cruzó desiertos y nevados, y llegó ante al presencia de Siñ, luego ante Gluskap y Malsum, después atravesó los aires hasta los dominios de Hi’nun, Ictinike y Atius Tiráwa. Finalmente, agotada, se posó en los hombros de la diosa Sedna, quien también atendió con reverencia. El Quetzal, por su parte, llegó y se posó sobre el hombro de Bochica, y luego se encaminó ante Uira Cocha, Manco Capac y Pachacamac, quienes de inmediato asintieron. Todos los dioses atendieron al mensaje de Odín y en el día señalado emprendieron camino, unos sobrevolando el mar, y otros sobre desiertos y selvas, con todo su séquito y ejército de divinidades y héroes. Y pusieron sitio al lugar en donde Dios y Satanás, aliados por las circunstancias, junto con sus ángeles y demonios, se encontraron rodeados.

Guillermo Ríos Bonilla