Diez para las tres de la mañana. Platico con Mextli por el msn. Nada más allá de algunos rencores lanzados con astucia; recuerdos lejanos (recuerdos de ella); una invitación a una fiesta; hablamos de cambios... las personas no cambian; me lanza a Aristóteles; respondo con Platón; en estos días, prefiero andar así: Platoneando...; me vuelo mayéutico haciéndole suponer que sabe que no es verdad que no hay cambio; gano en cierto modo, traduzco: "por dentro se cambia"; luego viene la replica: "pero uno deja de ser"; y pasamos a la historia ¿o debe ser: Historia?; recordamos... recuerda ella; solo recuerdo su nombre y cómo llegar a su casa, por donde fui hace no mucho a una fiesta; me reclama el no haberla invitado; ahora la invito a otra; no, no habrá cultivo esta vez, ja, no te dejaré plantada; digo una cosa, otra, contesta, cambia, pero cambia de mensajero, cambia de risa, los griegos se han ido, el ruido también; por aquí todavía hay fiesta; recuerdo hablar de una cueva, caverna, hombres atados, salir de ahí... Las desvariaciones de cuando comencé a escribir; al diez para las tres de la mañana.