Una compañera, que por un momento imaginaré que no es tan necia como es, comentaba en un curso sobre valores sobre una situación: si tú estuvieras frente a una persona que te tiene cautivo y la única forma de escapar y salvar la vida es matándolo con un arma que encuentras y puedes usar en ese momento ¿le asesinarías? Ella respondía que no porque hay que preservar la vida y que la vida es algo único y muy valioso. Así fue en pocas palabras.
Hoy llego cuando la conversación habla de los presos en las cárceles de México y sobre garantías individuales violadas, cosas que no suceden, gracias a Dios, en nuestro país y que son puro cuento. Total, la misma compañera comentaba que si alguien cometiera un delito atroz, lo justo sería que pasara sufriendo lo que sufren los presos en estás prisiones: violaciones, golpizas, extorsiones, etcétera.
¿La compañera que no mataría a su captor aunque fuera su única opción para sobrevivir prefiere que los delincuentes sufran?
Le pregunté y se quedó aturdida en su consciencia. Lo malo es que es fanática del bien religioso católico y de un sentido de maternidad tan animal pero que con palabras se transforma en humano y ella lo transforma en divino y único.
En fin, ¿usted qué opina?