Acerca de los procederes indecorosos en la mesa de Mi Señor Ludovico
Hay ciertos procederes indecorosos que debe evitar todo invitado a la mesa de Mi Señor Ludovico (este catálogo está basado en observaciones que realicé a lo largo del último año entre los que se sentaron a la mesa):
- Ningún invitado se deberá sentar encima de la mesa, ni de espaldas, ni en la falda de otro invitado.
- No deberá poner su pierna encima de la mesa.
- No pondrá para comer su cabeza en el plato.
- No tomará la comida de su vecino sin pedirle permiso antes.
- No colocará trozos de su propia comida masticados a medias en el plato de su vecino sin primero preguntarle.
- No limpiará su chucillo en la ropa del vecino.
- No tallará sobre la mesa con su cuchillo.
- No pondrá comida de la mesa en su bolso ni en su bota para comerla después.
- No limpiará su armadura en la mesa.
- No morderá la fruta y la devolverá a la fuente.
- No escupirá frente a él.
- Ni tampoco a un costado.
- No pellizcará ni golpeará a su vecino.
- No dará codazos ni hará ruidos con la nariz.
- No hará caras feas ni girará los ojos.
- No se llevará el dedo a la nariz ni al oído mientras conversa.
- No hará modelos, ni nudos, ni encenderá fuego sobre la mesa (a no ser que se lo pida Mi Señor).
- No soltará sus pájaros en la mesa.
- Así como tampoco escarabajos ni víboras.
- No tocará el laúd o algún otro instrumento que pudiera molestar a su vecino (a no ser que se lo pida Mi Señor).
- No cantará, ni hará discursos, ni gritará, ni dirá acertijos obscenos si a su lado hay una dama.
- No conspirará en la mesa (a no ser que lo haga con Mi Señor).
- No hará los pajes de Mi Señor sugerencias lujuriosas ni jugará con sus cuerpos.
- No se tirará encima de su vecino en tanto esté sentado a la mesa.
- No golpeará a los sirvientes (sólo puede hacerlo en caso de su propia defensa).
- Deberá abandonar la mesa si está por vomitar.
- Y lo mismo si tiene que orinar.