24 diciembre 2006

23 de diciembre

México D.F. a 24 de diciembre de 2006

Hola:

Si vieras, todo lo que ha pasado desde tu partida son matices contrastantes y grises. Ayer, se reunió gran parte de la familia; cinco de tus hijos con sus respectivas familias, en tu casa, lugar de memorables alegrías para mí, lugar de violencia también ocasionada a la postre de tu partida, lugar de simentación para mi persona y de una aculturación golpeante e hiriente en muchas ocasiones, lugar de todavía reuniones sanas.

Conmemoramos pues, tu cumpleaños y de manera "in memoriam" uno de tus hijos habló para tí.

¿Sabías que una de tus nietas ya se va a casar? También te cuento que ya tengo un hermano, mismo que no tiene noción de tí, pero no es relevante y es natural puesto que no te conoció.

¿Cómo estás? ¿cómo es allá donde estás? Me gustaría visitarte para saberlo, pero todavía no es tiempo. Mientras tanto, te cuento toda la osadia en tu festejo.

Hacía tiempo que no nos reuniamos para celebrar algo; cuando te fuiste, los problemas comenzaron, y eso motivó el alejamiento que a pesar de todo, todavía se siente. ¿Por qué serán tan rencorosas las personas mayores? Me ha dicho un tío: "No dejes que los problemas de los grandes afecten tu relación con tus primos" Pero... ¿Cómo hacer eso si lo único que se refleja en los primos son las ideas de sus padres? No entiendo, sin embargo, he tratado de no hablar del tema cuando convivimos. Varios de nosotros hemos dejado la niñez y comenzado a tomar rumbos distintos, ya no jugamos fútbol en la privada, ya habemos quienes tomamos y fumamos, los que somos más groseros, los que somos "muy independientes", los que cada vez retamos más a los mayores.

¿El abuelo? Sigue ahí observando, yo creo. Creando molestías en algunos de tus hijos; pero no te apures, y hablo por mi familia: No nos pesa tenerlo entre nosotros; cada vez habla menos, cada vez ve menos y también escucha menos, cada vez esperan que realice actividades que ya no quiere hacer: caminar, levantarse, ir al baño ¿qué no entenderán ellos? ¿el abuelo necesita ayuda? ¿o son sus hijos los que necesitan ayuda? Yo pienso que los que están cada vez más enfermos son ellos, se han olvidado de él, como lo hacen cada año un poco más contigo.

A pesar de todo, creo que ya no te interesa, debes estar en un lugar donde el tiempo no existe, y donte esperas, talvéz, el día en que te reunas con tu familia, una vez más, para sentarse a la mesa y comer todos juntos, y ver cuando vuelven los niños de jugar en la calle para sentarse a comer pan y beber leche, y decir a todos buenas noches antes de irse a dormir, y al otro día cuando llegue alguien más y no salude, decirle que parece burro por su casa y obligarles a saludarte.

No sé ya lo que pasa. He tratado de entender a la familia, pero como dicen por ahí en un dicho de mujeres: "No hay que entenderles, hay que quererles". ¿Cómo podré quererles de nuevo? Creo que todo esto es más que un recuerdo que añoro y que quisiera que regresara.

Me da igual.

Te dejo, haz lo que tengas que hacer ya que yo estaré lidiando con todo ésto y también te olvidaré un poco con cada año que pase, sabes que así será. Mientras tanto, y siempre y cuando sigan pasando destellos de luminicencia e hipocresía general, te seguiré contando como van las cosas, aquí, abajo.

Hasta luego.