18 diciembre 2006

Cosas que pasan...

Salía tranquilamente para tomar parte en la calle donde vivo, cuando escuché un rechinido fuerte y mi oído se centró en las alturas, a unos treinta metros de altura, casi enfrente de mí, en una construcción, un hombre que estaba sentado en un tablón subía lentamente haciendo la labor de una especie de "limpia ventanas de edificio" (y es un supuesto, ya que no limpiaba ventanas. No tengo idea del porqué de su estancia en las alturas), jalaba la cuerda, misma que producía el rechinido cuando pasaba por la polea carente de aceite.

Fue entonces cuando desde las alturas gritó a uno de sus compañeros:

-¡Por ahí si pasa algo, dile que la quiero!-

A lo que el otro sujeto, desde abajo, contestó:

-¡Sí, yo te la cuido!-

Yo, pasaba del otro lado de la calle viendo la "hazaña" del hombre, escuchando lo que platicaban, y eché a reír.