A mi amigo Antonio, a los que no están, a mí
Las vacaciones terminaron con el mismo mariachi con el que empezaron. Primero fue en una fiesta, al final, en un velorio. ¡Vaya cosas!
Desde ese día, el día del velorio y los mariachis, he pensado muchas cosas, he recordado que no hace mucho se fue mi abuela, una prima, recuerdo a una tía y a su hija que vi la última vez que fui a Taxco, extrañándola. Me guardo esas imágenes y rescato las poco claras de los recuerdos que tengo de ellos en vida. Me guardo todo y procuro no afligirme tanto.
Rompí toda negociación con "el Señor" porque me parecía estúpido que muchos me dijeran que así las cosas tenían que pasar, que ahora ya está mejor, que está a la derecha de "el Padre", que la muerte es un castigo porque nuestros padres, Adán y Eva, pecaron, etcétera. Entonces concluí que no me gustaba creer en contrariedades, aunque a veces uno mismo es una contrariedad. Todo esto me pasaba por la cabeza en aquél verano de 1998. Y me aislé, prejuzgué, condené, olvidé y me volví necio ante la muerte.
Lo entiendo, sé que es lo único seguro, pero me molesta demasiado, me hierve la sangre. Luego me tranquilizo, pero me guardo esos sentimientos.
Pasan los días y regreso a la rutina, que no por ser rutina es monótona y aburrida, sino todo lo contrario, cada día es un explorar constante con los sentidos: observo cada detalle, respiro cada olor, siento cada forma, escucho cada ruido, pruebo cada sabor y procuro archivarlo en el cajón de lo imborrable. No sé si tenga algún sentido, pero lo hago. Y me encuentro con quienes me agradan. Así pasa el tiempo, así olvido, condono, cedo ante la verdad. Pero sigo guardando todo.
Después, me aíslo y supongo ordenar todo. Un poco de música, una charla divertida, una invitación, un plan para dentro de unas semanas. Me emociono, me concentro y me siento a escribir. Por fin, un poco, desahogo.
…más vale un pájaro en mano… ¿O no, Yo?
LA VIDA
Silvio Rodríguez
La vida de un pájaro en vuelo,
la vida de un amanecer,
la vida de un crío
de un bosque y de un río,
la vida me ha hecho saber.
La vida del sordo y del ciego,
la vida que no sabe hablar,
la del triste loco,
la que sabe a poco,
la vida me ha hecho soñar.
La vida voraz que se enreda,
la vida que sale a jugar,
la vida consciente que queda,
la vida que late en el mar.
La vida que brota de un muerto,
la vida que no se murió,
la de los desiertos,
la de un libro abierto,
la vida me ha hecho cual yo.
La vida que alumbra en el trueno,
la vida final de un adiós,
la vida goteando de un seno,
la vida secreta de un dios.
La vida que pende de todo,
la vida de cada emoción,
la vida en exceso,
la vida de un beso,
la vida me ha hecho canción.
(1993)
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