Cuando todo parece marchar a la perfección, siempre sale algo mal.
Al menos eso dice mucha gente y también es algo sonado en las famosas leyes de Murphy pero el caso es que a veces parece muy cierto ó ¿será que solamente nos fijamos en las cosas malas que nos pasan y que dejamos atrás el mérito de nuestras acciones cotidianas para embarcarnos en un mar de lágrimas cuando creemos haber fracasado?
Según mi corta experiencia, creo que solamente hacemos eso, recriminarnos por lo malo que nos pueda pasar, por ejemplo: Estas en tu trabajo y realizas tus actividades diarias, y de repente se aparece la secretaría que choca contigo y te vierte el café en tu camisa, para colmo nueva, y se te queda viendo sin saber que decir; entonces piensas: "Hasta ahora, todo era bueno como para ser verdad."
Y en teoría es así, todo iba bien hasta que "la secre" tiró el café.
Pero por otro lado ¿por qué no hacernos ver que todos los dias realizamos acciones gratas, dignas de lo cotidiano y tan provechosas para muchos. ¿Será que las acciones buenas son tantas, y además se repiten tanto que son cotidianas, monótonas y absurdas ya? ¿será todo esto mero aburrimiento? ¿por qué centrarse en lo malo?
En fin, creo que esto le pasa a mucha gente y en lo personal a mi me llegó a pasar, sin embargo, gracias a varios acontecimientos que han sido determinantes en mi actuar, he ido cambiando toda esta manera de ver lo diario, para convertir cada cosita distinta en algo único, que nadie más puede hacer o que nadie más puede observar, ya no hablo de mirar, sino de observar.
En fin, toda esta entrada salió de mi cabeza, mientras pensaba en la inmortalidad del cangrejo