Segundo día del curso de la "Paz". Y pues sí "¡paz!" con cada tema me saltan dudas y me creo conflictos mentales. Creo que es necesario y lo expreso; de eso debe de tratarse todo esto, de generar dudas, inquietudes. Quizá más adelante encuentre algunas respuestas, quizá no encuentre ninguna, pero seguiré preguntando.
De entre todo lo ocurrido, aprendimos a ver dónde se manifiestan algunas emociones; dónde, físicamente. Por ejemplo, decía Eva que el enojo pues en los brazos, los puños y así, lo curioso fue saber que el amor, el miedo y la alegría tenían sensaciones muy parecidas. ¿Será entonces que algunos miedosos temen al amor? ¡Ja, ja! No quiero mencionar a nadie. A mi no me da miedo el amor, tan no me da miedo que he estado a punto de dejar más de la cuenta en algún intento o en alguna relación. ¡Cómo sea!

Cuando se dice que
alguien "lloraba de tanto reír", se expresa esta relación; pero, en términos de evolución debería
decirse al revés: reímos de tanto llorar. ¿Cómo se produjo esto? Ante todo, es
interesante observar lo mucho que, como hábitos de reacción, se parecen el
llanto y la risa. Tendemos a olvidarlo, porque ambas acciones responden a
estados de ánimo muy diferentes. La risa, como el llanto, requiere una tensión
muscular, abrir la boca, distender los labios y respirar exageradamente, con
intensas espiraciones. En grados de alta intensidad, incluye también el
enrojecimiento de la faz y el humedecimiento de los ojos. Pero las
vocalizaciones son menos roncas y no tan agudas. Sobre todo, son más breves y
se suceden con mayor rapidez. Es como si el prolongado gemido del niño que
llora se fraccionara, cortado en pequeños pedazos , y al propio tiempo se
hiciera más suave y más grave.

Me gustaría compartir más, pero sería transcribir un capítulo entero, casi casi, de cuestiones de comportamiento humano de la cría, cosas del llanto, etcétera. ¿A poco no es interesante?
Le decía a Martha que este libro y este taller, me están dando vueltas en la cabezota. Repito, creo que está bien, de eso se trata. No me clavo, me intereso nada más.