10 abril 2007

Manda

Ayer, saliendo del metro Pino Suárez (no se tome a mal el nombre de la estación) enfrente de una iglesia, se encontraba una señorita como de 18 años talvez, se me acercó mirandome a los ojos, extendió su mano y me dió un papel doblado dentro de una bolsa de plástico y una moneda de cincuenta centavos; al recibirlo me quedé asombrado ¿por qué alguien me daría cincienta centavos?

Abrí el improvisado sobre y tomé la moneda, desdoble el papel y decía algo así que por manda de nose qué yo debía depositar esa moneda en cualquier iglesia a la que fuera y reproducir cincuenta copias de esa hoja y darsela con al menos diez centavos a cincuenta personas, entonces entendí todo, cabe mencionar que al final decía que si no lo hacias algo malo te pasaría y que si lo hacías pues todo lo contrario, pues, a ver que pasa ¿no?