Te recuerdo bajo un techo firme, desde una ventana mirando a donde yo, que pasaba largo rato bajo la lluvia botando un balón. Recuerdo los mensajes enviados por medio de terceros donde decías que me querías y que deseabas estar conmigo, recuerdo que te mentí diciendo que yo era de tu edad cuando siempre fuiste más grande que yo. También recuerdo los días en que ambos jugábamos y yo encestaba sin pensar en cuanto pudiera golpear, sin pensar si en algún movimiento pudiera hacerte caer, resbalar, no sé. Recuerdo cuando lográbamos mirarnos uno al otro, cada quien desde su respectivo colegio, solo por unos segundos y oírte gritar mi nombre con tanta fuerza que tus amigos te veían con rareza y los míos se burlaban largo tiempo de mí. Recuerdo cuando no estabas y me mirabas jugar con mis amigas para después reclamarme celosa tal acción; parecías enojarte conmigo, pero cuando lo hacías, tu risa era visible al darme la espalda y hacía caer tu mentira. Recuerdo la noche en la que junto a un árbol nos besamos por primera y última vez, era una noche lluviosa y tu suéter color rosa me daba calor, pero nunca fue más que el de tus labios. Recuerdo el día en que dijiste que tenías que partir y decidiste acabar con todo, sinceramente no lograba entender todavía, me molesté mucho y quise borrarte de mi mente, desde ahí recuerdo esporádicas miradas al pasar por tu calle, largas caminatas diarias a través de los caminos que recorríamos y al final, un día cualquiera, recuerdo que me llamaste para despedirte, yo seguía molesto contigo y no quería saber nada, entonces preguntaste si podía ir a verte para despedirnos, pero no respondí y solo escuché el colgar del auricular. Recuerdo que para mí pasó un corto tiempo desde tu llamada hasta que decidí salir corriendo a buscarte solo para decirte adiós, pero cuando me paré en tu puerta, noté que ya te habías ido. Recuerdo mi paso lento de regreso a mi hogar y mi tristeza que me duró poco tiempo... en esos tiempos, todo era fugaz y muy amado para nosotros. Desde entonces no sé nada de ti, no sé donde vives, no sé como encontrarte, no sé si quisiera encontrarte, solo sé que te recordé y quise de algún modo decirte lo que nunca pude: Te quiero.
A Jetzi...