Hace unos días mataron a un joven a menos de cien metros de mi casa. No tengo idea del por qué. Seguramente, como la mayoría de los asesinatos, fue por una estupidez. ¿Por qué digo: la mayoría; y no: todos?
De esta pregunta recuerdo una discusión con una persona necia (ahora que lo recuerdo, me pregunto por qué comencé aquella discusión sabiendo que nunca habría de ni siquiera poder mover un pelo de las ideas que esta persona mantiene y que además, no me daría pie a intentar argumentar).
Fue en un curso de valores ofrecido por algún religioso seguidor de Jesús. La teoría que promueve radica en "hacer el bien humano". ¿Y qué es el bien?... Eterna pregunta; dejémoslo en que es todo aquello que no hace un mal, ja. Esto, mezclado con lo cristiano, muestra una ventana donde podemos observar que existe la posibilidad de andar por el mundo con un utópico de amor, libertad y respeto dentro de la sociedad en la que nos desenvolvamos. Lo que aquí es algo, en otra sociedad puede transformarse en algo para bien o para mal y puede uno hasta morir en el intento de siquiera saludar a alguien con la mano.
La postura de amor y fraternidad, se junta con un modo, de nueva cuenta cristiano, exageradamente cursi y hasta suicida, en el que no importa qué es lo que pase o te hagan, debes respetar la vida y ceder… dar la otra mejilla. ¿Hasta dónde llega esto?... Otra eterna pregunta, pues hay quien incluso en su actuar "malévolo" creen saber poner la otra mejilla o se justifican en que ya han puesto la otra y ya no le quedan más y por lo tanto se vuelven lo contrario a lo que se espera del ser humano: el trabajo hacia el bien.
Y platicaba con esta persona acerca de una situación en especial: Si has sido secuestrado y tienes a tu alcance un arma de fuego lista para usarse y eres descubierto por tus captores ¿estarías dispuesto a matar? ¿Pondrías la otra mejilla? ¿Qué termina siendo "el bien humano"? ¿Haces un mal si matas por sobrevivir? Mil preguntas en donde solo parece haber polos opuestos por los cuales decidirse, desatan de este dilema.
El joven subió a un triciclo donde transportaba vidrio, el asesino llegó por detrás y le clavó un cuchillo por la espalda casi por el hombro izquierdo, luego en el derecho, el joven comenzó a gritar pidiendo auxilio, una vecina salió y gritó cosas, después el asesino clavó sin piedad por un costado debajo de las costillas, por la derecha, por la izquierda, al ver a la vecina le cortó el cuello una vez y otra para asegurar, el vidriero no pudo más y cayó agonizante. El asesino fue perseguido y atrapado, lo golpearon con un tubo en la cabeza, le rompieron los pies, aún así intentaba escapar. Al final, llegó la policía. Unas cuantas horas de cerco, el asesino a quién sabe dónde, y el vidriero… de él siguen dos velas ahí, donde quedó muerto.
Al final, no podemos decir que el vidriero era inocente o culpable o fue vengado. Simplemente así pasan las cosas entre los humanos.
¿Homicidio estúpido?